¿El frío afecta a tus dientes? Spoiler: sí, y te contamos por qué
Con la llegada del frío, no solo toca sacar el abrigo y la bufanda… también es el momento en el que muchas personas empiezan a notar una molestia aguda en los dientes al tomar algo caliente, frío, e incluso al salir a la calle. Si te ha pasado, no estás solo. Esa sensación de “¡ay, qué dolor!” al respirar por la boca en pleno invierno tiene nombre: sensibilidad dental.
¿Qué es la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental es como ese vecino pesado que aparece sin avisar: incómoda, inesperada y, si no haces algo, no se va. Ocurre cuando la dentina (la parte interna del diente) queda expuesta. Y eso pasa por culpa del desgaste del esmalte o por retracción de encías, entre otros motivos.
Cuando esto sucede, estímulos como el frío, el calor o incluso lo dulce o ácido pueden provocar una punzada rápida y dolorosa. ¿Y en invierno? Pues el aire frío es un disparador perfecto.
¿Por qué el invierno hace más evidente el problema?
Toma nota, que esto lo explica todo: el contraste entre la temperatura ambiental y la de tu boca puede afectar directamente a los nervios dentales. Es decir, si sales a la calle con 3ºC y respiras por la boca, ese aire helado puede tocar zonas sensibles de los dientes, provocando ese “latigazo” tan característico.
Y ojo, no solo por el aire: muchas personas también beben bebidas más calientes en esta época del año (cafés, infusiones, calditos…) que generan otro tipo de contraste térmico. Resultado: dientes sufriendo como si estuvieran en una montaña rusa.
Causas frecuentes de la sensibilidad en invierno
Aquí te dejamos una lista de culpables habituales. Si te suenan, es hora de pasar por la clínica:
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Cepillado demasiado agresivo (como si fueras a lijar una pared).
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Encías retraídas, muchas veces por enfermedad periodontal.
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Esmalte dental desgastado por bruxismo, ácidos o una pasta de dientes inadecuada.
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Caries no tratadas (esas que dejamos “para más adelante”).
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Tratamientos mal ajustados, como empastes o fundas con filtraciones.
¿Cómo evitar que el frío te “hiele” la sonrisa?
Venga, que no todo es sufrir. Aquí van unos cuantos trucos para cuidar tus dientes en invierno:
✅ Usa una pasta dental para dientes sensibles
Y no vale con cualquiera. Hay marcas específicas con nitrato potásico o fluoruro de estaño que ayudan a bloquear la transmisión del dolor al nervio.
✅ Cepíllate con suavidad
Nada de frotar como si estuvieras limpiando una sartén pegada. Usa un cepillo de cerdas suaves y movimientos circulares.
✅ Evita cambios bruscos de temperatura
Sí, ese café hirviendo justo después de un paseo por la helada mañana de Ciudad Real… mala idea.
✅ Visita al dentista
Una revisión a tiempo puede ahorrarte muchos disgustos. En Anaya & Robles revisamos tu esmalte, tus encías y vemos si hay alguna causa de fondo.
¿Y si el dolor es más constante?
Si ya has probado de todo y sigues notando sensibilidad, es probable que haya algo más serio detrás: caries, desgaste severo, retracción de encías avanzada… En esos casos, no hay mejor plan que una visita a tu dentista de confianza.
En nuestra clínica en Ciudad Real vemos muchos casos de sensibilidad aumentada durante los meses de frío. Y lo bueno es que con el tratamiento adecuado, en la mayoría de los casos tiene solución. ¡Nada de aguantar el dolor hasta que llegue la primavera!
Tu sonrisa no tiene por qué temerle al invierno
Así que ya lo sabes: si al respirar por la boca te duele un diente, no es “manía” tuya. Es una señal de que algo no está del todo bien. Cuanto antes lo mires, mejor. Porque sí, el frío afecta a los dientes, pero tú puedes hacer algo para evitarlo.
Y si necesitas ayuda, en Anaya & Robles estamos más que listos para cuidar de tu sonrisa… ¡incluso cuando fuera parezca Siberia! Contacta con nosotros aquí.




