Salud Dental

Apretar la mandíbula o rechinar los dientes es un síntoma denominado bruxismo, es común en niños y suele darse mientras duermen en sueños profundos o por causa de estrés.

¿En qué consiste el bruxismo?

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o friccionar unos dientes contra otros sin un objetivo funcional y con una intensidad variable. Se considera que este fenómeno está regulado por el sistema nervioso central e influido por factores periféricos. Existen dos tipos de bruxismo (nocturno y diurno), pero también se puede clasificar según su origen como:

  • Primario o idiopático cuando no está relacionado con ninguna entidad médica.
  • Secundario o iatrogénico cuando sí está relacionado con enfermedades médicas provocado por determinados medicamentos.

¿Cuáles son los síntomas del bruxismo infantil?

El síntoma más característico y común es el ruido producido por el rechinamiento dentario durante la noche. Se trata de un ruido bastante intenso, que sucede en repetidas ocasiones a lo largo tiempo y que suele ir acompañado de desgaste de las superficies dentarias.

Otros síntomas que podemos observar en los pacientes con bruxismo son: la afectación de las encías, la afectación de los músculos cérvico-craneales y a la articulación temporomandibular, cefaleas, e incluso trastornos del sueño

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) alrededor de un 30% de los niños españoles se sienten “agobiados” o estresados y este porcentaje supera el 50% a partir de los 13 años. En ocasiones, el exceso de actividades extra escolares, unidas a la ya de por sí larga jornada escolar, así como otros factores propios de la edad y un nivel de exigencia demasiado elevado por parte de algunos padres da lugar a estas elevadísimas cifras de estrés infantil y juvenil.

En principio, este síntoma es un indicativo de que el paciente está bruxando ya que aún no posee patrones estables (que se dan entre los 5-10 años) y se considera algo normal siempre que no venga acompañado de problemas funcionales como limitación de apertura o dolor orofacial.

Cómo evitar el bruxismo

El bruxismo es una parte natural del desarrollo y crecimiento de los niños, en muchos casos no se puede prevenir. Pero sí que, en casos de estrés, se le puede ayudar. Por ejemplo, disminuir la actividad física del diño drásticamente antes de ir a la cama, dándole un baño de agua caliente antes de dormir, leer un libro o escuchar música relajante.

También se debe de evitar que realice otras conductas parafuncionales como morderse las uñas, o el pelo, morder lápices u otros objetos. Si el especialista lo considera, pueden utilizarse medicaciones ansiolíticos en bajas dosis para disminuir el estrés.

¿Cómo trata el bruxismo infantil?

Es importante hacer un buen diagnóstico, ya que esta causa del bruxismo se debe a factores neurológicos, psicológicos y anatómicos. Esto se tendrá en cuenta a la hora de planificar el tratamiento más adecuado para el pequeño.

Existen diferentes tratamientos para el bruxismo:

  • Aparatos oclusales mientras duermen: su uso en niños con dentición temporal y mixta es controvertido debido al crecimiento y desarrollo a estas edades.
  • Ortopedia: se consigue mejorar o eliminar el bruxismo.
  • Terapia: ayuda a reducir el estrés y por ello el bruxismo.
  • Fisioterapia: para corregir posturas que lo provoquen.

En definitiva, lo más importante es averiguar el origen del bruxismo para así poder tratarlo correctamente. En la mayoría de los casos la observación mediante controles dentales periódicos es suficiente. Sin embargo, si junto con el bruxismo del sueño el paciente presenta otros síntomas como dolores de cabeza, o problemas temporomandibulares, se recomienda tratar al paciente de forma multidisciplinar parar su correcto manejo.

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